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Teociencia

martes, 1 de abril de 2008



Les recomiendo esta nota en The Economist referida a la búsqueda de explicar la religiosidad a través de la ciencia.

Distintos estudios realizados concluyen que la creencia de un ser supremo que está observándonos (como un Gran Hermano) genera acciones moralmente superiores.
También podría ayudar en problemas de selección adversa y riesgo moral.
En definitiva, ser una persona religiosa puede generar ser visto como alguien más confiable y estable para un trabajo, socialmente y hasta sexualmente.

Lo más interesante, a mi entender, radica en el reflote de la teoría de la selección social o una especie de darwinismo colectivo.
Dado que la religión busca el bien del conjunto por encima del individuo (económicamente, el costo individual de la religión es superior al beneficio terrenal de la misma), significaría que el ser humano, biológicamente, entiende que la especie se fortalecería y perpetuaría mejorando como conjunto, a pesar de potenciales perjuicios individuales.
Este último punto me hace pensar en la constante necesidad gregaria del hombre: la familia, equipo de fútbol, grupo social, etc.

Aclaro, por las dudas, que ni la nota ni mis comentarios apuntan a cuestionar ni a defender la existencia de Dios ni a la gente religiosa. Es sólo un análisis desde un punto de vista económico y biológico.

Ilustración: economist.com

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