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¿Cómo sería el mundo sin nosotros?

martes, 6 de enero de 2009

Creo que todos nos preguntamos alguna vez cómo sería el mundo sin nosotros.
De acuerdo a la combinación de amor propio y relevancia social, cada uno tiene su fantasía, variable en el tiempo, de la reacción que habría ante la propia muerte y el impacto que generaría en los demás.

Borges, como saben, celebraba el destino de olvido al que se creía condenado. Puede ser visto como una licencia de libertad actual. Curiosamente, no tendrá ese placer.

Por mi parte, me jacto de mi buena memoria y considero que es una cualidad que me aleja de la mortalidad. Olvidar es no haber vivido.

Cuando se difundió la enfermedad, supuestamente terminal, de Fidel Castro, que lo obligó a renunciar a la presidencia de Cuba, diversos medios comenzaron a especular con sus funerales, el traspaso del poder y el futuro de Cuba y de Latinoamérica.

Me imaginaba a Fidel leyendo los diarios y teniendo la fría certeza de un mundo sin su presencia.

Ayer, el CEO de Apple, Steve Jobs, anunció que no tiene cáncer, como muchos habían supuesto, sino una extraña y tratable enfermedad gastrointestinal que lo hacía bajar de peso. Lo hizo para evitar la caída en el valor de las acciones de la compañía por el rumor de su posible cercana muerte.

En los últimos meses pudo saber el valor de mercado de su vida con suma precisión (basta restar el valor de mercado de Apple actual y el especulado con su ausencia).

En ambos casos puede verse que la ambición los lleva a aceptar sin cuestionamientos estas reglas de juego que quizás deberían servir para darnos cuenta de para quiénes es valiosa nuestra existencia.

20 comentarios:

Seba dijo...

Igualito al de ahora con una persona menos...

Rapote dijo...

Igualito al de Seba che...

Quizás un mundo con menos discusiones.

;) Rapote

Anónimo dijo...

Si yo me muero, ¿quién le va a hacer mates a mis amigos a las 3 am? ¿Quién va a vaciar los ceniceros?, ¿Quién le va a dar el zapallito a la tortuga? Mmmmmmmm! Son demasiadas dudas!:p

besos! Nati

pipi dijo...

el mundo sin mi?? naah, eso no existe, ya no sería lo mismo, el mundo no sería mundo!! De hecho estoy convencida q las fuerzsa del universo estuvieron deseando por los siglos de los siglos el nacimiento de alguien tan fantástico e imprescindible como yo!! así q de morirme seguro q alguno inventaría algo para resucitarme antes de q todo se vaya a la m...!

ahí les dejé una muestra de mi amor propio ;) justo leí este post con ganas de escribir algo como lo q puse más arriba!! ja

Alejandra dijo...

Para mí, nadie es imprescindible... el día que no esté espero que el balance de logros sea mayor, y haber dejado buenas semillas en los que eduqué y tb xq no que mis errores ayuden a que no los cometa otro...
Besos cordoooobeses

bensonita dijo...

el mundo sin mi no me preocupa demasiado, si no voy a estar para llorar o alegrarme por las consecuencias de mi no ser en él. Pero eso que olvidar es no haber vivido creo fervientemente que no es tan así. Funes (sí, el extremo) no me dio la impresión de una persona muy feliz...

Coki dijo...

@Bensonita, creo que estás cayendo en la famosa falacia de negación del antecedente.
Lo que dije no significa, necesariamente, que recordar sea vivir o sea vivir bien.
El problema de Funes era que no podía olvidar, lo cual hace por un lado que el pasado siempre esté presente y, por otro, que fuera incapaz de pensar (pensar es elegir, olvidar. No se puede pensar sin descartar).

@Para el resto: con qué liviandad imaginan un mundo sin su presencia! Los admiro por eso.

bensonita dijo...

Disculpe Ud mi mente escueta, entendí mal esa parte, o no la entendí para nada.

"Olvidar es no haber vivido."

Alejandra dijo...

Coki, xq pensás que lo tratamos con liviandad (al menos me hago cargo de lo mío). Todos estamos de paso, y creo que lo tenemos que hacer lo mejor posible, cuando uno no esté todo va a seguir, no igual obviamente, pero sigue...

Coki dijo...

@Bensonita, esa es, por supuesto, una opinión personal y es algo que pienso toda vez que alguien me cuenta que tiene muy mala memoria. Si olvido lo que viví y su impacto en mi realidad actual desapareció, ¿en qué difiere de no haberlo vivido?

@Alejandra, de mi parte, porque tener esa certeza me parece una mezcla de liberadora con angustiante ¿Qué sentido habrá tenido, entonces, haber sido una buena persona o altruista o lo que fuere? Me dirás que en la gente que convivió con nosotros y en nuestra propia felicidad ¿Y tiene sentido?

Son cosas que me pregunto desde que leí La Larga Marcha, de Stephen King.

Anónimo dijo...

Ok Coki. Te confieso. A mi, hasta hace poco, me ponía nerviosa saber que no iba a poder organizar mi velorio. Es verdad! Me imaginaba flotando y viendo el cajón con mi cara rígida y sin tapaojeras, la ropa desacomodada, que no haya café en la cocina para la gente que va a despedirse... Me desespero!!!
No pienso mucho en el mundo sin mí igual, quizás como autodefensa. Creo que hay que asumir que todo se acomoda sin uno y es bueno que así pase.

Un beso para vos

Nati

bensonita dijo...

Poder leer el mismo libro dos veces y sorprenderme, que me cuenten el mismo chiste, y reir el doble... me resulta genial. Asimismo, creo que a menos que sea una amnesia completa, las vivencias que marcan, pueden ser olvidadas en sus formas exactas y sus detalles, pero lo que se aprende no se olvida. Las cicatrices en la personalidad -y que la forjan- no se borran junto con una fecha, un nombre o una frase literal. Y quién sabe? quizás sea más fácil para un memorioso quedarse en las formas, y el impacto no sea almacenable en su virtuoso archivo de información acumulada. Simplemente no comparto utilizar como balanza y parámetro de medición la capacidad de retener información para determinar en que grado una persona vive o no realmente (léase información como algo diferente a conocimiento y sabiduría, no se si la retencion de las mismas dependen de la memoria, pero no creo). Es más que probable que solo esté racionalizando sobre una premisa falsa para evitar creer que no vivo, pero algo que no recuerdo me dice que lo crea así.

Simple opiniòn de una memoria, cuanto menos, dudosa.

Coki dijo...

Bensonita, muy lindo comentario.

Ante todo, aclaro que aquella frase del post es una simplificación con aspiraciones literarias más que una definición categórica de la vida.

Igual, voy a intentar responder por partes a tu comentario, porque me gustó mucho.

1) Cuando decís que puedo volver a leer el libro o reírme de un chiste, me parece bien. Pero estás dándome la razón, casi, a que es como no haber(lo) vivido. Si yo me olvido de un chiste, al punto de que me lo contás y me río como la primera vez, tuvo sentido aquella primera vez? Es como si nunca lo hubiera vivido y a eso apunto con la frase y parte del post.

2) Las "cicatrices en la personalidad" son una forma de memoria. Yo hablo de cualquier mella que haga nuestra historia en nuestra vida presente. La memoria me parece la forma más consciente y, por tanto, evidente de esa huella. Pero no es la única.

3) Por la parte en que hablás de la "balanza". No dije (ni pienso) que vivir es recordar o (estirando el argumento) que recordar es sinónimo de felicidad y no hay otra forma. Lo que digo es que una característica notable (y a mis ojos horrenda) de la vida es el paso inexorable y constante del tiempo. Todo momento es pasado (por ejemplo, el momento en que escribí "Todo momento" recién). Entonces, en ese constante devenir que nos acerca a nuestra mortalidad, me parece que poder retener en la memoria (en un sentido amplio si querés) varios de esos momentos es un modo de conservar lo fugaz.

(espero que hayas leído todo el mensaje)

Alejandra dijo...

Coki, leí "SÖLO" un comentario del libro que mencionas (lo busqué poruqe vos lo trajiste a colación). No sé en gral cuál es la parte más importante del libro para vos, si saber el logro o transe personal de cada uno en la marcha (creo que es eso) o todo el circo que se arma en torno a eso. Pero tal vez tu visión sea más amplia que la mía y mi mundo mas micro. Tal vez no aspiro a ver como sería sin mi a nivel mundo, si a nivel mundito (ja). A las personas que tenemos cerca las influímos y nos influyen, pero considero que ampliando el espectro cada uno se desenvuelve en un círculo a veces limitado y a lo que se apunta es a hacer las cosas lo mejor posible para lograr una continuidad, y en ese hacer ir dando y recibiendo experiencias, en el caso qeu yo no esté más... alguien continuará si es posible lo que yo hacía, no de la misma forma, pero dejo un precedente, una huella. Finalmente llego a que no soy imprescindible, si valió la pena y si en esa vida me sentí bien de hacerlo, bienvenido!. Ahora, cuando voy escribiendo, se me presentan muchas cosas porque todo es dual... pero no sigo porque creo que yo ya estoy confundida... me imagino al que lea el comentario!
Me gusta como se explica Bensonita.
Espero hacerme entender y que después de esto no me pasen el tel de un psicólogo!
besos

Coki dijo...

@Alejandra, a mí también me gusta cómo se explica Bensonita y también cómo escribís vos.

La Larga Marcha (para quienes no lo haya leído) se trata de un grupo de jóvenes que tienen que caminar sin parar a una velocidad superior a una dada (supongamos, 3 kms/h). Si van por debajo de esa velocidad, reciben una advertencia. Si lo repiten, les pegan un tiro en la cabeza.

La marcha sigue hasta que queda uno solo con vida y recibe millones de dólares, honores, etc.

Una de las cosas que me quedó de ese libro, que ví en parte como una metáfora de la vida misma, es que uno primero se "enoja" con quienes no quieren hacer amistad con nadie. Pero luego empieza a entender que solo uno de ellos quedará, como máximo, vivo, por lo que la amistad (y los valores en general) pasa a ser vista de otra manera.

bensonita dijo...

Coki: sí, leí hasta el final. Creo que quizás entonces habría que partir de las bases, a qué memoria y olvidos te referís? como leí de un trabajo de un profesor (Luciano Saracino), creo que son los italianos que tienen el concepto del Dimenticatoio. Es el lugar a donde van a parar los olvidos. Ojo, no los recuerdos, sino los olvidos. Allí se añejan, mutan, y vuelven en forma de recuerdos distorsionados. Me pareció genial. No puedo olvidar si no tuve un recuerdo, y no voy a buscar un recuerdo si no lo perdí?

A mi entendender, no hay memorias no erosionadas por olvidos ni olvidos sin rastros de memoria; ya sea en un olor, un color, una melodía, una sensación.

Más aún, y acotando a la entrada de los periodistas, ellos manejan el olvido y el recuerdo, y esa es una de las claves de su poder a mi entender. Nos reviven y agrandan con cristales de feria memorias minuciosamente seleccionadas. Con ellas mismas, tapan otras cosas, generando un "olvido social" en otros asuntos. Qué quieren que recordemos y olvidemos? Cómo decoran nuestros recuerdos que no son del todo nítidos y los completan? Cómo hacen ruido a la derecha para uqe no miremos a la izquierda? Pero claro, siempre hay excepciones.

Disculpe Ud. si dervarío, pero olvidé ya el punto de partida, y no soy tan sistemática (como Ud.).

Coki dijo...

Bensonita, me llama la atención que en cada comentario aclare (voy a tratarla de ud., ya que es cómo me trata) que su comentario es confuso y desvariado, cuando por mi parte me parece interesantísimo y muy claro.

En el comentario inicial hablaba de la memoria consciente. La que podríamos decir que es la más sencilla posible. Ocurre un hecho y lo recuerdo tal como ocurrió. Punto.

De algún modo estaba jugando a negar el inconsciente, aunque en ese caso me pregunto si el precio que se paga por ciertos recuerdos (básicamente el paso del tiempo, lo único que tenemos en la vida) compensa el beneficio que generan.

Si viví una tarde maravillosa con mis padres en la plaza cuando tenía 5 años y hoy sólo pasa a formar parte del cúmulo de memorias que están prohibidas a mi conciencia y sólo son un grano de arena para la construcción de mi psiquismo, ¿valió la pena?

Por supuesto, del mismo modo también olvido experiencias negativas.

Me gustó mucho la aseveración sobre el periodismo. En ese caso, la memoria "realista" que mencioné al principio de este comentario es clave para discernir y descubrir el engaño.
Por ejemplo, muchos recuerdan al peronismo como quien le dio la máquina de coser a la madre, mientras olvidan la violencia, el robo al país, los nazis, etc.

Esa memoria emotiva me parece perjudicial, porque nos pone en manos de demagogos.

Anónimo dijo...

El mundo desapareceria (mi mundo), y el de mis seres queridos y afectos se achicaria aun mas (por mi ausencia).

En otros casos como Jobs, las acciones (ademas de lo afectivo), tambien pueden variar.

En el caso de el deceso de un guardafauna, aquel animal salvaje que anonimamente alimentaba, sin dudas tambien lo extrañara.

El mundo no sera igual luego de nosotros, como asi tambien sin aquel indigente que vive en la calle y nadie parece conocer, habra muchas personas que cuando este no este, lo recordaran.

A grandes rasgos nosotros tambien somos un mundo, y tenemos otros mundos dentro nuestro que cuando nosotros desaparecemos nos los llevamos...porque son mundos que nosotros hemos construido y arrastrado, hasta nuestro inminente final.

Discrepo en lo de que olvidar es no haber vivido, pero ese es otro tema y largo de discucion que empieza con 2 preguntas:
Estas seguro que se puede olvidar?
De veras crees que todos los momentos los vivimos con la misma intensidad?

Te puedo poner el caso de los amaneceres.

Cuantos amaneceres viste?

ya ves...no todos los viviste con la misma intensidad, y que olvides a alguno de ellos eso no quiere decir que dentro de 20 o 25 años ese recuerdo no pueda reflotar.

Olvidar un amanecer no significa que no lo hayas vivido, un detalle minusculo 25 años despues te lo puede reactivar.

Anónimo dijo...

Este post me recordó esa pelicula maravillosa y antiquisima de Frank Capra "Qué bello es vivir!"(Mañana me la veo por enésima vez,me dieron ganas.)Inspirada,tal vez o seguramente,en el libro de Dickens (A Christmas Carol) un ángel muy simpático le muestra al personaje principal, en su momento de mayor desesperación, cómo seria la vida de su pueblo y toda su gente si él no hubiera existido.
Y hasta Regreso al futuro te hace pensar en cómo cambiaria el mundo que conocés si sólo un detalle faltara.Parafraseando a los yoruguas...Pa! Qué diferencia!
Es muy fácil,más en momentos de angustia,creer que uno no haria diferencia.Pero si prestamos atención,y no somos unos quesos sociales,podemos ver cuánto podriamos cambiar nuestro mundo con sólo un buen gesto.Y tal vez descubramos que ya influimos una pizca para que el maremagnum que forma este mundo (tan cercano al pandemonium a veces),sea menos insoportable.

Coki dijo...

@Caia, ¿será así? Tengo la sensación creciente de que el peso individual en la historia y en el mundo es casi nulo y que el amor propio del ser humano lo lleva a convencerse de que es relevante, cuando en realidad no es así.

Es como cuando vemos esas películas en que alguien va al pasado y, luego de pisar una cucaracha, al volver el mundo cambió completamente.
Estoy pisando varias cucarachas ultimamente, pero creo que no está funcionando.